Votación simulada y legitimidad
- Fredy Rafael Leyton González

- 13 oct
- 3 Min. de lectura
Votación simulada y legitimidad
En la asignatura Legitimidad de la información y el poder, el grupo desarrolló un laboratorio transversal para explorar cómo la circulación de información impacta en la percepción de poder político. La actividad reunió diseño de cuatro candidaturas simuladas, materiales de campaña (micrositios, posteos y QR) y una votación centralizada por formulario. El ejercicio se cerró con una depuración de datos que dejó 166 votos válidos y permitió poner en tensión teoría y práctica en torno a la legitimidad informativa y el control de datos (boyd & Crawford, 2012; Floridi, 2014): Votación simulada y legitimidad.
Diseño del ejercicio y objetivos formativos
El laboratorio tenía doble propósito: ofrecer herramientas prácticas de comunicación política y facilitar una reflexión crítica sobre la gobernanza de datos. Cada equipo creó el perfil de un candidato, desplegó piezas digitales y físicas y promovió su micrositio. La votación se centralizó en un formulario estandarizado para facilitar comparación. Los objetivos incluyeron: practicar narrativas políticas, aplicar criterios de transparencia, medir alcance y testar técnicas de atribución básica. La atención a la dimensión tecnológica y comunicativa del ejercicio remite a debates contemporáneos sobre campañas y prototipos políticos (Kreiss, 2016).
Metodología: integridad y depuración
Para garantizar una mínima validez del experimento, la regla acordada fue clara: un correo = un voto. Tras la recolección inicial (181 respuestas), se aplicó la depuración conservadora —conservar la primera respuesta por correo— que arrojó 166 votos válidos. Esta decisión, explicada y documentada, fue parte del aprendizaje: se discutieron alternativas (conservar la última respuesta, validación por identidad o IP) y sus implicaciones éticas y metodológicas. Las decisiones sobre encuestas y controles en entornos web se apoyan en la literatura que analiza sesgos y problemas propios de los sondeos en línea (Couper, 2000).
Resultados y lecciones: Votación simulada y legitimidad
Los resultados luego de la depuración fueron concluyentes dentro del contexto simulado:
Valeria Moreno Castillo: 86 votos (51,81%)
Isabel Murillo Restrepo: 60 votos (36,14%)
Julián Rincón “El Tigre”: 13 votos (7,83%)
Renata Reyes Castillo: 7 votos (4,22%)
Valeria alcanzó la mayoría absoluta en la muestra depurada; sin embargo, el análisis conjunto de alcance y votos mostró matices instructivos. La candidatura vencedora combinó mayor visibilidad con picos de actividad concretos; otras candidaturas tuvieron picos puntuales pero menor conversión en votos. También se observó una limitación clara: sin etiquetado sistemático de campañas por canal (UTM), la atribución del tráfico quedó difusa, lo que dificulta reproducir tácticas efectivas (boyd & Crawford, 2012).
Observaciones críticas y recomendaciones académicas
El laboratorio hizo visible que la legitimidad no es solo resultado numérico sino proceso: trazabilidad, transparencia y decisiones metodológicas condicionan la lectura de resultados. Estas observaciones se alinean con preocupaciones más amplias sobre la gobernanza de la información y los estándares éticos de la tecnología (UNESCO, 2021). Además, la economía de la atención y el diseño de plataformas influyen en lo que capta tráfico y qué contenidos se viralizan, un aspecto discutido por Tufekci (2017) y de gran peso al interpretar picos de difusión. Kreiss (2016) ayuda a comprender cómo las ventajas tecnológicas generan asimetrías comunicacionales que se reflejan en la visibilidad de las candidaturas.
Recomendaciones prácticas para futuras ediciones:
Implementar UTMs desde el inicio, generar versiones de enlaces y QR por canal, publicar la regla de validación antes de difundir, y documentar auditorías de datos en un informe final (UNESCO, 2021; Couper, 2000). Desde la perspectiva pedagógica, este ejercicio mostró cómo la desigualdad en visibilidad reproduce asimetrías de poder comunicacional y por ello debe incluirse como tema central en cualquier formación sobre comunicación digital.
En definitiva, el ejercicio cumplió su objetivo formativo: no solo estableció un vencedor simulado, sino que entregó a los estudiantes herramientas para pensar la gobernanza de la información con rigor y sensibilidad ética (Floridi, 2014; boyd & Crawford, 2012).
Reflexión final: ¿Cómo se puede equilibrar la libertad del participante con la necesidad de estándares metodológicos que protejan la validez del proceso?

Referencias
boyd, d., & Crawford, K. (2012). Critical questions for big data: Provocations for a cultural, technological, and scholarly phenomenon. Information, Communication & Society, 15(5), 662–679. https://doi.org/10.1080/1369118X.2012.678878
Floridi, L. (2014). The Fourth Revolution: How the Infosphere is Reshaping Human Reality. Oxford University Press.
Couper, M. P. (2000). Web surveys: A review of issues and approaches. Public Opinion Quarterly, 64(4), 464–494. https://doi.org/10.1086/318641
Kreiss, D. (2016). Prototype Politics: Technology-intensive campaigning and the data of democracy. Oxford University Press.
UNESCO. (2021). Recommendation on the Ethics of Artificial Intelligence. UNESCO. https://unesco.org/en/ai-ethics
Tufekci, Z. (2017). We’re building a dystopia just to make people click on ads [Video]. TED. https://www.ted.com/talks/zeynep_tufekci_we_re_building_a_dystopia_just_to_make_people_click_on_ads










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